Fango

Dejarte en un cajón ha sido una tarea titánica. Sales y te escapas cuando se te da la gana, timbras en fin de semana y mueves los recuerdos que estaban anegados entre el fango de los sembradíos de cañas inundado. Sí, fui a dejarte en el olvido del olor a podrido, de la humedad que da asco, que da repulsión por el sólo hecho de recordar. Pero de pronto un indicio de luz te da la fuerza de buscarme y me revuelves el estómago, no de emoción... de nada, como cuando no has comido en mucho tiempo y sólo deseas vomitar la nada entera. Quiero deshacerme de la nada que es el vago recuerdo, quiero desaparecer la nada que fueron malos momentos, quiero extinguir la nada de lo que nada fue, de lo que no quisiste que fuera, de lo que no representó nada para ti. Que el frío de la noche inunde la nada estoicamente, que la deje retorcerse de dolor de no significar nada para Julia, de no representar nada de nada para ella, que la deje retorcerse entre las largas cañas amargas, tratando de resurgir ...