Si estás leyendo:

Se están diluyendo las letras entre el tiempo, no es posible aprisionarlas por mucho más, es mejor en estos momentos perderlas por completo. No son de nadie, son tan solas e incondicionales. Se prestan a cualquiera que deseé nombrarlas o tocarlas a través de las tintas, ser tan sublimes que pueden ser solicitadas a través de un frío teclado. Las letras se confunden y no siempre saben a dónde van, cuando se han dado cuenta que no debieron ser escritas jamás o que ya es tarde para que alguien más las lea. Así de tarde es para mí, así de tarde fue para él. Nunca se juntaron sus destinos, a penas si se rozaron durante tantos años. Las oportunidades quizá fueron muchas para él y para mí, pero pocas las ganas o grande el miedo. Las vidas de dos personas es mejor que permanezcan aislados el uno del otro, sin ni siquiera nombrarse a solas. Este espacio es mejor cerrarlo, ha permanecido abierto durante mucho tiempo, durante muchos años. Tratando de despersonalisarme a través de...