Perdida


 El frio corrompe las ideas, los dedos pulgares de Julia no son estables; la adrenalina y el cortisol circulan rápidamente por su sistema. Las manos se  han quedado sin fuerza, sus dedos están helados en contraposición de su vientre.

Hay tanto dentro de ella que sólo su mente está a punto de desconectarse. El sueño comienza a atacar de frente a su rostro y sólo desea desvanecerse, empero, el momento no es el propicio. Se ha bajado de su camioneta.

Sus pasos presurosos desean correr lo más lejos posible, esta sensación de dolor inmenso se queda instalado dentro de su pecho. Desea que en cada paso se queden sus lágrimas y por fin pueda dejar de llorar.

Había soñado no volver a sentirse así jamás en su vida; pero sus células reconocen cualquier señal de alerta que pueda detonar lo que sintió hace tanto. 

Las gotas misteriosas salen sin esfuerzo de las nubes que han dejado sin Sol durante más de una semana, su ciudad natal, así como sus lágrimas salen una tras otra de sus hinchados ojos negros. Se detiene por un instante y se percata que se ha perdido.

Durante más de una hora sus piernas no sé habían detenido y sus revueltos pensamientos la habían llevado sin sentido por las oscuras calles de la ciudad. Atónita, detuvo su llanto que parecía que nada lo pararía. Pasaban las doce de la noche y se encontraba sola y por primera vez en mucho tiempo, con miedo.

A quién podría llamar en ese momento de desconcierto?

Quién podría ser capaz de ir en su búsqueda después de todo lo acontecido?

Nadie, le respondió su alma.

Tendría que encontrar, como cada día, el sentido de lo que la puede sostener... respiró profundo y siguió caminando sin rumbo, perdida.

Perdida por dentro y por fuera, sin sentido deambula a pesar de su edad. Pero quién dice que la edad es síntoma de saber hacia donde se camina?

Nadie, nadie saber en realidad a ciencia cierta el rumbo de sus pasos. La mayoría de los humanos de nuestra edad, presume el control que supuestamente posee sobre su existencia; sin embargo, los pasos no siempre son controlados por nosotros, ni tampoco el camino es el esperado 

Éso le acontece a ella en esta ocasión, no es el camino que hubiera querido, con el que soñó tantas veces. Todo se ve hoy, perdido 

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