Callado
Las hojas secas se revuelven con el bullicio del silencio. No se ha callado desde hace días, no para de decir frases sin sentido. Entre ellas se hacen nudos y pretenden desenredar lo que se está desbaratando con el crujir del movimiento.
Se está terminando el tiempo para dejar congelado ese asunto, se mueven los pensamientos de lugar y de emoción.
Que se sequen junto con las lágrimas y se queden ahí por la eternidad o se vuelen con las minúsculas partecitas de hojas otoñales.
Ya no se quién soy, ya no se quién eres.
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