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Mostrando las entradas de agosto, 2019

Jana (segundo paréntesis)

Una persona se puede tornar tan importante e imprescindible en la vida de alguien, desde el momento en el que decide de manera incondicional permanecer. Hay seres que llegan a tu vida en el momento justo para convertirse en personajes de una historia. Eso es Jana en la vida de Julia Eskarra. Ella es una figura fina, sus piecitos son pequeños, como los de una hada de un cuento, sus muñecas dejan salir cualquier pulsera que no esté bien ajustada a ella. Mientras sonríe se llenan sus ojos color marrón de un ligero brillo, en el que se vislumbran , muchos recuerdos de nuestra adolescencia. Sus palabras han sido las compañeras de mis silencios y mis tragedias durante más de veinte años. Recuerdo nuestros primeros encuentros en la adolescencia; en aquel tiempo estaba enamorada de Enrique y ella me brindaba consejos de amor, escuchaba con paciencia una y otra vez, las mismas frases; con paciencia de santa. Conforme pasaban los años, seguíamos de cerca

Paréntesis (primera parte)

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Esta no es una historia que tenga que ver directamente con nadie. Afortunadamente, en alguna de las teclas de este dispositivo se han quedado incrustados como una morona de pan viejo y rancio; hasta el fondo. Perdidos e irreconocibles como cualquier pelusa de polvo. Tontos como  minúsculas partículas de nada, perdidos y ausentes; porque esta es una pausa de aquella historia que aún no termina de quedarse en papel. Hoy es un día que no reconozco dentro de ningún otro. Esta lloviendo afuera, el aire silva por los rincones de las ventanas y las gotas de lluvia se han vuelto locas de miedo. Las nubes no las toleran más y las expulsan todas juntas en un mismo tono a la vez. Las hacen chocar contra el pavimento y pocas logran aferrarse a las lavandas del camino a casa. Se caen de golpe y se quedan extrañadas entre ellas. Jamás se volverán a ver, quizá. Unas a penas se tocaron en el camino a la tierra y otras, sólo se vislumbraron entre sí, mientras caían sin remedio. La verdad ser...