Lejos

 Son las once con once minutos cuando Julia Eskarra sale de su habitación hacia su consultorio. Es necesario que las ideas se enfríen y que su corazón se contenga entre tanta confusión. El dolor que le provoca cosas que le irritan, pareciera quizá para la mayoría simple, invisible; pero para ella, no es posible digerirlo de manera sencilla. Siente dentro de su ser, que las fuerzas se le están agotando; de pronto quisiera que todo se acomodara de tal manera que fuera posible encerrar en cajones separados el pasado del presente. Pero no es así, las partículas se mezclan sin sentido y éso le provoca una inmensa sen nosación de vacío dentro de sí. Pareciera que, al contrario, debería llenarle tanto en tan poco, sin embargo, no es así. Esa revoltura de emociones que no está logrando reorganizar, le hace sentir inútil.

En penumbra, observa cada uno de los recuadros de aquel espacio silencioso y se percata que nada de aquello que pudiese saber le es útil para desentrañar su existencia. Pareciera que cada uno de los documentos que penden de un diminuto trozo de metal, se burla a carcajadas de ella. La observan desencajada, otra totalmente distinta a la que se sienta por las tardes entre semana y los sábados por la mañana a ayudar con el dolor ajeno. Se miran entre ellos silenciosos y sus letras desnudan el nombre de "Julia Eskarra", para embarrar en sus mejillas la vergüenza de no poder hacer en estos momentos, nada por ella misma 

Así le replicó a su terapeuta una tarde anterior: 

- Estoy desesperada, vine por una simple situación y ésto me está rebasando, estoy exhausta, no puedo con tanto, siento que de pronto aparecen cosas entre mis pensamientos, que ni siquiera recordaba - pronunció entre llanto sin contención

Aquella mujer, aparentemente fuerte y decidida, se había convertido en un hilacho de emociones que no llevan orden, en un cúmulo de desesperación.

Cómo se anidan tantos recuerdos que se convierten en sensaciones tan desagradables?

No lo sabe; tampoco sabe cómo sentirse mejor, su experiencia como Terapeuta le lleva a recordar sus notas y las palabras de sus maestros al respecto; palabras que se mezclan con historias de algunos de sus pacientes, dónde en algunas ocasiones se ve reflejada. Se da cuenta que ella es capaz de recorrer el telón junto con ellos, para que su alma tenga luz. Pero está lejos de hacerlo con la propia.

Necesito saber de ti, de mi.

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