Cómo se vive con éso?
Las teclas han saltado entre los helechos gigantes distribuidos por el patio trasero de la casa colonial donde sobrevivía Julia, sus hojas recibieron letras sin ningún argumento sensato. Las primeras gotas de lluvia avisaban la gran tormenta que se acercaba sigilosa.
Julia seguía golpeando con el primer instrumento que se encontró a su paso, una pala resguardada detrás del centro de lavado. Golpeaba una y otra vez sobre la computadora que contenía parte de la miseria de Braulio.
Parecía hace unas semanas, que la historia de su exesposo se estaba añejando y quedándose poco a poco, inhabilitada; sin embargo, el lunes la tragedia atacó por la espalda. Las funestas frases sobre más porquería al respecto, habían paralizado a Julia. La dejaron inmóvil, fría, desorientada, sin fuerzas.
Y hoy, había despertando. Buscó aquel dispositivo y lo azotó contra el piso, al ver qué no se liberaba de un minúsculo sentimiento, siquiera. Buscó algo más fuerte que su desesperación, que su asco, que su dolor profundo.
La pala empezó a herir la pantalla y el teclado comenzó a liberar cada una de sus integrantes. Saltaban por todas partes; pero Julia deseaba destruir el disco duro de aquel aparato. Hubiera desquiciado todo resquicio de la memoria del medio para liberar su irá, así como liberar de su propia memoria todo daño que esta fastuosa semana había almacenado al respecto.
Este dispositivo sólo sería un pretexto para desquitar la verdad vomitada por aquella persona, ésa que la tomó por sorpresa. Era el único día que Julia tomaría de descanso, había decidido quedarse en bata dentro de las sábanas blancas, sin embargo, decidió salir a la casa de sus padres.
Sabe que no había otra manera de acabar o comenzar con esta tragedia, no hay un mejor o peor día. No existen palabras adecuadas para no herir de muerte a Julia y a sus hijas.
Cómo se vive con este desgarro?, No lo sabe, ni yo tampoco. No sé cómo tomarla de la mano y contener su ira y que sea más fuerte para ella y sus hijas. No tenemos idea de dónde dejar esta terrible verdad.
Dónde se esconde la vergüenza, con qué se opacan estos patéticos colores Julia no sabe qué ha hecho para vivir ésto. Había afrontado con valor el ser una cualquiera con tal de continuar y no afectar a sus hijas con la verdad de la homosexualidad de su expareja, pero ésto... Ésto es demasiado dolor. Enojo desbordado que tendrá que seguir gritando mientras llora y se desgarra por dentro, intentando dejar en sus lamentos, todo lo que ella deberá seguir viviendo sin un motivo aparente. Qué sigue pagando Julia? No lo sabe, pero el precio es demasiado ya
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