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Mostrando las entradas de diciembre, 2019

Merodeando los rincones de Julia

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Después de ese viaje las cosas comenzaron a cambiar poco a poco, Julia     no deseaba ver a Enrique tanto como antes. La necesidad de verle ya no era imperante como en meses pasados. Deseaba despertar un día y darse cuenta de que lo había olvidado por completo. Que estaba libre de todo, de culpa, de amor y de dolor. Pero el camino no sería tan fácil. Las visitas furtivas de su amor estaban a la puerta, llegaba por las noches y se quedaba sólo por un par de horas. Él solicitaba a Julia más amor cada vez, más atenciones, caricias, besos y un lugar en su corazón que sabía que estaba perdiendo poco a poco. Julia se estaba quedando sin palabras, sin suspiros por Enrique; los necesitaba para ella, para poder sobrevivir, estaba pensando en dejarlos sólo para su existencia. Ya las palabras de amor eran cada vez más escasas, no le quedaban muchas en su corazón, se estaban agotando; los pensamientos también escapaban de a poco hacia recuerdos de seguridad junto a Braulio....

Carretera

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El año comenzaba tan apresurado como quien quiere terminar con algo de una buena vez. Así se sentía Julia Eskarra, cansada de Enrique y la misma historia que provocaba un vacío en el espacio y en su alma. Deseaba correr la cortina y vislumbrar un nuevo horizonte, respirar un aliento que no fuera el suyo. Hacia tanto frío, que los vidrios mantenían el vapor de su respiración y su soledad. Dibujaba en ellos pequeños cristales de nieve y los borraba al instante para poder descubrir que lo frío no sólo estaba en el exterior sino, que también lo mantenía en secreto dentro de su ser. Estaba congelándose por dentro, ese amor desenfrenado e irracional por Enrique estaba por terminar. La depresión estaba confundiéndolo todo, todo por completo. O más bien, estaba dejando ver la realidad más clara cada vez... no estaba segura en esos momentos, de lo que sí estaba segura era de que quería dejar atrás aquella historia. Deseaba sentirsse bien, respirar todo el aire que era para ella, tomar todo...

Regresemos a la perspectiva inicial

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Puedo recordar que para estas fechas la situación era funesta como muchos otros días lo fueron por aquella temporada. Enrique se había alejado por completo; debió ser el tiempo, el frío de invierno que se avecinaba; quizá fue aquello, quizá esto otro, quizá el estúpido comentario que me hizo cuando le pedí una fecha. - Qué respondes cuando te están apretando las bolas?, lo que quiere escuchar el interrogador. Fueron sus palabras cuando lo único que quería tener entre mis manos era una certeza, no sus pelotas. No había regresado a casa, habían pasado más de cuatro días y tampoco el teléfono sonaba como antes. Trataba de retomar mi vida y encontrarle un nuevo sentido a mi existir. Cada mañana era un reto para mí, poder sacar las piernas de las cobijas y bajarlas hasta el piso de madera que me esperaba. Mis ojos no lograban abrirse de golpe. Casi todos los días el insomnio llegaba a mis noches. Lo único que me hacía cerrar los ojos era una copa de tinto barato y un cigarro a la luz...

Tu vuelo, mi sueño

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El sueño favorito de Julia Eskarra desde niña ha sido volar, sentir por las mejillas el aire rápido y desestabilizador; ese que sacuda mis entrañas y me agite hasta erupcionar como un volcán. La vida se lo permitió a través de los sueños, en varias ocasiones ha sentido de manera, tan real el poder levantar el vuelo y despegar sus pies descalzos del piso. Tener el poder de decidir dónde y cómo aterrizar, el observar desde los aires las minúsculas personas que transitan esos lugares que no logra reconocer en la realidad. Han sido momentos memorables para Julia, que ni las tristezas más profundas le han podido arrebatar. Una tarde, recostada en el regazo de Enrique,  expresó aquel deseo profundo de tocar las nubes y aspirar el viento de una vez. Le miró de reojo y le dijo cuánto deseaba sostener sus manos por las nubes. Sentirse viva. - Sabes cómo me imagino que podría ser?, Enrique- suspiró brevemente. - Cómo hermosa? - Preguntó Enrique pacientemente. En aquel momento. Era e...