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Mostrando las entradas de noviembre, 2023

Sola, conmigo

 Que daño tan grande ha propinado Braulio a Julia. Hace un par de semanas, había podido decir que todo estaba mejor; que el daño estaba siendo enterrado bajo las lavandas frescas de su patio trasero, escondiendo entre sus delicadas florecillas, tejidas entre las ramas verde seco; el dolor y la vergüenza. Ya se había mitigado un poco la furia contenida de más de 20 años y más el pilón de asco y repulsión, con ayuda del último ciclón del año. Se había medio limpiado la cara de Julia y sus hijas. Sin embargo, la realidad es otra. Es funesto tener que escribir sobre lo que pudo haber sido el último resguardo de cordura, sin embargo, ni ella ni yo, sabemos qué descifrar de esta pudredumbre. Alguien dijo entre ojos de incredulidad: - Cómo has soportado tanto? Y la verdad Julia, ni siquiera había observado sus pasos enlodados de años. Siempre pensó que el lodo que se escurría por sus dedos mientras caminaba semi desnuda por la noche, de un sitio a otro, era de sí, pero no; era de Braulio ...

Sobre la alfombra

 El trabajo segundo comienza, casi, en cuanto Julia entra a su hogar. El consultorio depositado al fondo de esa casa colonial, se vislumbra a través de un pasillo fresco. El calor sofocante de la carretera y el sórdido paisaje, deja el pecho con destellos color plata de hada húmedo. Quisiera poderse escapar a tirarse en la hierba de algún lugar lejano. Pero no, está parada; cargada con su portafolio plata, también, lleno de pendientes; tratando de encontrar las llaves que le permitan acceder a la soledad. Abre acalorada y ordena sus cosas en su lugar. Retira los lentes de Sol sobre la mesa de mármol negra y blanca madera. Las flores que posan sobre la pecera han brotado desnudas; dejando su fuerte olor por todo el ambiente vacío.  Los colgantes tejidos finamente que penden del techo en forma de esferas irregulares, tratan inútilmente de llenar el cubo que ilumina la casa.  Los pasos solitarios de Julia le avisan que las horas subsecuentes serán más silenciosas a medida qu...

Vacíos

 Julia sólo escribe a través de mis vacíos, ella trata de llenar lo que a mí me falta, lo que me amarra a una nada, lo que llena o quisiera llenar la inmensa carencia de tanto. Desearía que ya no hubiera nada que narrar, nada que decir, nada que sentir al respecto. Pero hoy, igual que muchas noches, en qué termina tarde de trabajar sólo se asoma el silencio que empieza a odiar Hoy sólo tengo un deseo plasmado  en una red social vacía 

Hacia el destino que no debió ser

 El silencio de la casa de Julia le llena de ideas que no deben permanecer dentro de ella, impulsadas como cohetes desde el interior de su pecho; paseándose por sus manos empuñadas, por sus piernas que desean correr hacia no se sabría dónde y terminando en sus ojos negros. De los que le brotan irremediablemente lágrimas que se esconden a preguntas de su familia. Su justificación a los ojos llorosos después de recordar mil cosas que desea escribir, son realmente cosas que no tienen un sustento real y válido para el desbordar del alma. Sus ojos quedan tan hinchados que lejos de verse hermosos, son como los que se asomaron a ver al amor de su vida en aquella tienda de servicio expres. Fue una tarde que iba directo a perderse en su auto color rojo Burdeos, decidida estaba ya de continuar en marcha para poder dejar atrás su infelicidad. Esos escapes sin logros certeros eran más comunes que las sonrisas que podrían serle de utilidad para sentirse viva. Arrancaba con frecuencia sin rumbo,...

Dejarte ir con amor

 Julia escuchó lo que debió aprender hace muchos años, pero su inmadurez o gran amor no se lo permitieron; de boca de una paciente: dejar ir con amor. Pero cómo dejas ir con amor a quién te provocó tanta rabia porque no se quiso quedar? No sé cómo se hace éso. Es un conflicto personal, una lucha entre el se ama y se detesta porque se ha ido. Los días de tantos años, Julia vivió así; encerrada en esa polémica de un amor tan intenso contra el odio por no quedarse cuando se supone que él también me amó. Sin embargo, es fecha que ni ella, ni yo creemos que haya sido real ese amor  Han pasado, ya tres años, desde que le dejó de importar esta partida. Su adiós constante le hizo saber que por más llanto, lucha y gritos ahogados; jamás lograrían que regresara, mucho menos que tan solo hubiera deseado hablar con ella. Si cobardía lo mantuvo lejos  Es en esos meses, en que no logro observar a la Julia que debió ser, aquella que con amor le hiciera las maletas de sus recuerdos y des...