Por las escaleras

Era viernes de primavera cuando se fue. Esa estación le agrada para irse. Se fue con una sonrisa en su rostro, victorioso, dio la vuelta a la calle y lo vi tomar su teléfono; él seguiría con su vida, y yo trataría de recuperar la mía. Dónde habría quedado Julia Eskarra, dónde dejaría su vida, cuáles eran sus sueños, ahora en qué se basarían sus esperanzas?, si aquella ráfaga de frescura se extinguía con su partida. Me hubiera caído muy bien un regreso en ese momento, un fuerte abrazo y un te amo. Pero se fue y no mostró señales de dolor. Mi caída era abismal, el descalabro era doloroso. Cómo sanar esas heridas y esos raspones? La casa se escuchaba ausente, las luces una a una fueron apagadas y todo se quedó paralizado en el tiempo. Seguía sonando la música vieja en el reproductor, sonaba a soledad y recuerdos. Cerré la puerta y dejé el cúmulo de estrellas que se hicieran bolas, no quería tampoco, saber de ellas; el viento soplaba fuerte y movía las cortinas desesperado porque sa...