Impecable

Había decidido desde lo más profundo de su existencia comenzar un nuevo brío, tomar unas ideas certeras dentro de tanta fantasía. Escribir un poco o un tanto sobre la persona con la que Julia vivió 21 años, hubiera sido suficiente para dejar las ideas sin consciencia, para dejar en las baldosas de la calzada rosa una historia extraña. Que si bien Braulio fue los días de Julia, lo fue por unos breves años. Sus hijas encapsularon por completo su existencia, la llenaron de risas y ternura que ella nunca conoció de niña. Las noches en cambio, ésas sólo fueron de Julia y sus fantasmas. Fueron noches suspendidas en las madrugadas, solitarias, olvidadas; y de tantas noches a solas que vivió Julia, la convirtieron en cenizas. Tanto calor que le hervía por el torrente, lo aplacaba con llantos a llegadas las tres de la mañana; cuando la espera de caricias se agotaba, cuando las ganas se convertían en dolor, en preguntas. Inundaba los azulejos del baño, ahogaba los gritos de soledad e...